Después de una crisis sanitaria que provocó el cierre temporal de muchas obras el año pasado, 2021 ha sido un año de recuperación para el sector de la construcción.
Sin embargo, desde la primavera ha vuelto la preocupación. ¿Cuál es el motivo? Una escasez sin precedentes de casi todas las materias primas utilizadas en la construcción, aluminio, madera, yeso, hormigón, hierro, etc., que va acompañada de una subida de precios muy importante con repercusiones directas en las empresas de construcción, así como en los consumidores. Ante esta escasez, la profesión se organiza, ayudada por el Estado y por las posibilidades que ofrecen las soluciones digitales...
¿A qué se debe esta escasez?
El primer confinamiento provocó un descenso de la actividad que tuvo como consecuencia una escasez de muchas materias primas y la subida de los precios. La rápida recuperación económica que vino después y la compra de materiales en grandes cantidades, particularmente por parte de China y Estados Unidos, también contribuyeron a esta penuria. Este es el caso, por ejemplo, de la madera europea, cuya escasez se explica por el gravamen de la madera canadiense por parte de Estados Unidos, lo que ha llevado a las empresas estadounidenses a abastecerse en países europeos a precios elevados. El resultado ha sido un aumento del 30% de su precio.
Consecuencias de la escasez en los actores del sector
Esta carencia de materiales ha provocado una importante subida de los precios. Según un estudio realizado en julio por la Capeb, el 76% de los artesanos de la Construcción y Obras Públicas han observado aumentos significativos del precio de los materiales. Hoy en día, ninguna empresa se salva, independientemente de su tamaño y especialidad.
Para respetar los presupuestos que establecieron antes de esta escalada de precios, algunos se ven obligados a reducir sus márgenes y otros están embarcados en obras que generan pérdidas. Sólo el 26% de ellos pudo repercutir estos aumentos a los precios de las prestaciones de sus servicios.
Otra consecuencia es que las empresas de construcción y los artesanos tienen dificultades para llevar a cabo sus obras. Se encuentran con grandes retrasos en las entregas, con plazos de construcción ampliados e incluso aplazamientos.
Cada vez son más los que se ven obligados a reducir el tiempo de validez de sus presupuestos para no tener problemas.
Medidas aplicadas para ayudar a la Construcción y Obras Públicas
Para ayudar a las empresas a hacer frente a esta situación, algunas federaciones de la construcción piden ayudas al Gobierno como el subsidio por desempleo parcial, el reajuste de las planificaciones y la actualización de los precios.
El 15 de junio, el Gobierno aplicó medidas para proteger las empresas francesas: la suspensión de las penalizaciones por retraso en los contratos públicos, la creación de un comité de crisis y el establecimiento de una mediación sectorial para favorecer las conversaciones entre los diferentes actores, llevar a cabo una reflexión común e identificar buenas prácticas.
El Estado ha ido recientemente más allá en el apoyo a las empresas que se enfrentan a dificultades de suministro o al aumento de costes, con el anuncio el 13 de diciembre de una serie de medidas destinadas a apoyar a estos actores económicos, incluyendo las empresas de la Construcción y Obras Públicas.
Así, Bercy ha anunciado que el dispositivo de anticipos reembolsables puesto en marcha durante la crisis sanitaria ahora se puede combinar con un préstamo garantizado por el Estado (PGE) o un préstamo bonificado. También será posible beneficiarse de las "facilidades en el pago de algunos desembolsos sociales y fiscales", cuando las carencias sean la causa de las dificultades por las que atraviesa la empresa.
Por último, entre las medidas planteadas se encuentra la puesta en marcha de un nuevo tipo de préstamo: el "préstamo para la industria". Está destinado a ayudar a las empresas a financiar sus necesidades de capital circulante con una dotación total destinada a este dispositivo por un importe de 700 millones de euros.
La tecnología digital en ayuda de la escasez
En este período de transición, que sigue siendo complicado, las soluciones que ofrece la tecnología digital pueden resultar especialmente útiles para planificar mejor una obra respetando los plazos.
Existen muchas soluciones, en particular softwares, para planificar mejor la obra, gestionar su actividad sobre el terreno y garantizar la calidad de los trabajos realizados para controlar mejor las cantidades, el suministro y la logística asociada de los materiales necesarios para sus proyectos.
Por ejemplo, una plataforma colaborativa de seguimiento de obras como Finalcad One permitirá que el personal operativo sobre el terreno:
- Controle el consumo de materias primas en la obra y se anticipe a los retrasos de suministro;
- Ponga en común las necesidades, los pedidos, la logística y la entrega;
- Optimice las planificaciones;
- Mejore los procedimientos de compra de la obra.
Los problemas de suministro se prolongan desde hace varios meses y está claro que no hay señales que indiquen una próxima vuelta a la normalidad. Los actores de la Construcción y Obras Públicas, que esperaban que esta crisis se resolviera antes de que finalizara el año, tendrán que armarse de paciencia. Sin embargo, no hay duda de que el sector volverá otra vez a dar pruebas de resiliencia y creatividad en las semanas y probablemente en los próximos meses para hacer frente al reto sin precedentes que tienen delante.
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