El pasado 15 de abril, mientras las llamas aún asolaban la nave de Notre-Dame, unos drones sobrevolaban la escena mientras otros se metían entre los escombros. Su misión era guiar a los bomberos, entrar a sitios donde los humanos no podrían sobrevivir. Unos días más tarde, una vez pasada la conmoción, otro dron sale a la palestra. Descubrimos entonces que la valiosa estructura del edificio había sido completamente digitalizada gracias al paso de una cámara 3D. Detrás del ejemplo emblemático de Notre-Dame se vislumbra el rol de los drones en el mundo de los edificios. Desde la etapa de diseño hasta la seguridad, todo el ciclo de vida del edificio está cubierto.
Desde el punto de vista económico, Goldman Sachs considera que el mercado más prometedor concerniente al uso de drones es la construcción. Evaluamos los usos de estos nuevos compañeros esenciales en las obras de construcción.
El dron, agente de vigilancia
Este primer uso de drones en la construcción o la obra civil es probablemente el más evidente. Si bien el tema plantea muchas cuestiones éticas en la vida «civil», resuelve muchos problemas en el contexto de una obra de construcción. Más allá de la vigilancia convencional, los drones permiten imaginar una serie de aplicaciones «ampliadas». Gracias a la recopilación y al procesamiento inteligente de imágenes, ya es posible evaluar la cantidad de escombros o seguir con precisión la evolución de una obra de construcción.
El dron, inspector todoterreno
Por su capacidad de acercarse mucho al edificio, los drones transforman los procedimientos de inspección. Reducen las distancias facilitando el acceso a áreas remotas en un tiempo récord, como las tuberías donde su uso es cada vez más común. Se escabullen fácilmente en espacios confinados o peligrosos, como áreas de alta radiactividad. Por último, evitan a los operadores rondas de inspección a veces peligrosas, en la cima de turbinas eólicas o interminables torres eléctricas. Además, donde nuestros ojos solo ven la superficie de las cosas, los drones pueden llevar todo tipo de sensores. De esta manera, los sensores térmicos infrarrojos permiten identificar en pocos segundos el menor defecto de aislamiento en un edificio.
El dron, de la obra a la oficina
Más allá de la vigilancia, los drones se usan para establecer el vínculo entre la obra y los diversos modelos 3D. Gracias a las tecnologías de las nubes de puntos (Advanced Point Cloud Scanning), hoy en día un dron puede proporcionar los datos necesarios para construir un modelo 3D. Una tecnología valiosa en un contexto de popularización del BIM (Building Information Modeling). Para los constructores, esta pequeña revolución permite imaginar un ahorro de tiempo considerable y mediciones de una precisión inédita.
Mañana, ¿el dron obrero?
Mientras que el sector logístico promete drones de entrega, y el dron taxi abandona lentamente el reino de la fantasía, ¿verá pronto el sector de la obra civil la popularización de los drones constructores? Es muy posible. La compañía francesa Aerial Coboticus ya imagina máquinas voladoras equipadas con brazos robóticos y capaces de trabajar desde el aire. Un desarrollo futurista que ya ha anticipado el sector artístico. Ya en 2012, el proyecto Flight Assembly Architecture – diseñado por los arquitectos Gramazio y Kohler junto con Raffaello D’Andrea –retrataba una gran estructura de ladrillo
¡construida íntegramente por máquinas voladoras!